lunes, 16 de diciembre de 2013

Alguien dijo una vez...



Y debo decir que confió plenamente
 en la casualidad de haberte conocido.
Que nunca intentare olvidarte, y si lo hiciera, no lo conseguiría. 
Que me encanta mirarte y que te hago mio con solo verte de lejos.
Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. 
Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. 
Pero te quise, y te quiero, aunque estemos destinados a no ser.





Si no es amor del bueno, loco, intenso, déjalo

Hay suficientes cosas mediocres en la vida                                                                                          
El amor no debe ser una de ellas


                                                                               



De amor uno se muere tantas veces que hasta aprende a resucitar y a levantarse y vuelve a decir te amo suicidamente. 








Todo lo que yo quisiera de ti son esas cosas cotidianas, el olor de tu cuerpo, saber lo que piensas de cualquier cosa, de ti, de mi, de nuestro entorno, que mires mas allá de mi apariencia física, que me recuerdes con pasión, y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad.







Me asustan los días como hoy
estos días en que siento que si volvieras
 lo dejaría todo por ti una vez mas.












Y sin embargo...
Cuando duermo sin ti
Contigo sueño.










Si puedo decirle a otra persona te amo, debo estar en condiciones de decir: Amo todo el mundo en ti, amo el mundo a través de ti, en ti también me amo a mi mismo.






El amor me enseño demasiado tarde, que uno se arregla para alguien, se viste y se perfuma para alguien y yo nunca había tenido para quien 




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